Canibalismo en un motín de Venezuela
Los motines en las cárceles pueden alcanzar niveles de violencia realmente increíbles, pero lo del penal de Táchira, en Venezuela, supera por mucho a varias de las películas de terror.
La familia de Juan Herrera, denuncia los horrores cometidos a su hijo, gracias a que uno de los reclusos que logró salir, les contó qué pasó: Juan fue apuñalado por más de 40 presos y después colgado para que se desangrara. Pero eso no es nada; no satisfechos con esta atrocidad, los amotinados picaron su cuerpo en pedacitos y obligaron a otros presos a comérselo.
Al principal sospechado de liderar tales acciones lo delata su apodo: “Comegente”. Así le llaman en la cárcel a Dorancel Vargas, un preso célebre por practicar el canibalismo.
Al parecer, los presos obligados al macabro festín no contaban con la opción de decir “no gracias, paso directo al postre”: si los reclusos se negaban a comer, les arrancaban un dedo, partían una pierna, perforaban un pulmón o golpeaban la cabeza con un martillo.
Herrera no fue la única víctima asesinada y degustada en este espantoso motín, hubo más. Y lamentablemente la toma de rehenes y asesinatos así de violentos parecen ser de lo más comunes en el penal de Táchira.
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Fuente: http://www.infobae.com
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