EL PARTIDO QUE RAMÓN RAMIREZ NUNCA QUISO DISPUTAR
Corría el año 2000, cuando el por entonces mediocampista del seleccionado mexicano de fútbol, Ramón Ramírez, tomó la carretera Guadalajara-Chapala, con destino al aeropuerto. Llevaba prisa. Debía abordar un vuelo hacia el Distrito Federal, en donde lo esperaban para concentrarse, de cara al próximo partido. La tragedia, que nunca avisa, no sólo truncó sus planes, sino que terminó con la vida de una familia entera.
Si bien, quizá, este caso no reviste la crudeza del de O.J. Simpson, cuyos macabros detalles son desentrañados en el próximo estreno del especial de A&E, nuevamente un deportista terminaba repentinamente involucrado como artífice de un escenario de muerte.
Es que no solamente se trata de ira, celos, drogas o alcohol; la imprudencia al volante también mata y este prodigioso futbolista lo supo en carne propia de la peor manera. Cuando transitaba el kilómetro 13, un automóvil se atravesó en el camino. Fue impactado de lleno por la camioneta que conducía Ramírez, falleciendo casi instantáneamente sus ocupantes, un matrimonio que viajaba con sus tres hijos.