Irma Grese, la 'bella bestia', y el olvidado campo nazi de concentración de mujeres

El nombre de Irma Grese, una guardia del régimen nazi, ha pasado a la posteridad junto con uno de los más atroces episodios de la historia: la barbarie del Tercer Reich y el plan de Hitler para el exterminio sistemático de los judíos. También conocida como la bella bestia, su primer acercamiento al nacionalsocialismo se relaciona a su padre, quien se unió al Partido Nazi en 1937.

Luego de que su madre se suicidara tragando ácido clorhídrico tras descubrir una infidelidad de su marido, Irma abandonó el colegio y la casa de su padre. En 1939 ingresó a trabajar como Asistente de Enfermería en el Sanatorio de Hohenlychen para hacerse enfermera. En 1942 se presentó para entrenar con la SS Helferinnen, en el campo de concentración de Ravensbrück, en donde comenzó el verdadero horror en su trabajo en la guardia del lugar destinado al exterminio de mujeres.

Durante su entrenamiento, descubrió que le generaba placer torturar a las internas y provocarles dolor, lo que la hizo famosa por sus sádicas prácticas. En 1943 se trasladó al campo de Auschwitz Birkenau, en donde se ganó el apodo de “la hiena de Auschwitz” y ascendió en el escalafón de poder por sus famosas torturas.

En aquel entonces ella caminaba entre los reclusos con su látigo amedrentando a todos los que pasaran a su lado. Los golpeaba con piñas, patadas y latigazos, incluso cuando eran personas ya moribundas.

Su apetito sexual estaba cargado por el sadismo, que buscaba satisfacer a través de violaciones a prisioneros de ambos sexos, lo que la terminó uniendo al tristemente famoso Josef Mengele. En 1945, fue reasignada al campo Bergen-Belsen, en donde implemento las torturas al igual que lo hizo en los sitios anteriores y se ganó un nuevo apodo, el de “la perra rubia de Belsen”.

A Irma jamás le importaron los castigos que podría llegar a recibir una vez que el Tercer Reich fuera derrocado. Su crueldad y perversión continuó hasta que fue detenida por los británicos en abril de 1945 para ser condenada. Con total crueldad y frialdad en sus ojos, confesó sus crímenes y aseguró que todos sus compañeros de las SS también habían sido partícipes de sus torturas y asesinatos de inocentes.

En noviembre de 1945 fue condenada a muerte y fue ahorcada pocos días después con tan solo 22 años.

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Fuente: lainformacion.com
Imagen: See page for author [Public domain], via Wikimedia Commons, By No 5 Army Film & Photographic Unit, Silverside (Sgt) [Public domain], via Wikimedia Commons.