Traficante de órganos explota a refugiados sirios

Abu Jaafar no tiene un trabajo cualquiera. Pasó de ser guardia de seguridad a convertirse en un hombre que busca personas desesperadas por escapar de Siria, para darles dinero a cambio de sus órganos. “Yo exploto a la gente”, admite, pero a pesar de ello entiende que ellos se benefician y que su trabajo no es nada al lado de los males que sufren.

En los últimos tres años, vendió los órganos de 30 refugiados sirios. “Una vez conseguí un ojo, pero normalmente piden riñones”, cuenta. El dato más escabroso de esta situación, es que para asegurarse de que la venta del ojo fuera exitosa, envió una foto por Whatsapp a su cliente.

“No me importa si el cliente muere, yo obtuve lo que quería. No es mi problema lo que le ocurra una vez que ya me pagó”, afirma fríamente Jaafar. A pesar de que comprende que el tráfico de órganos es ilegal, cree que está haciendo un bien por las personas que necesitan ayuda y asegura que jamás obligó a alguien a entregar parte de su cuerpo.

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Fuente: BBC
Imagen: By Mstyslav Chernov (Own work) [CC BY-SA 4.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], via Wikimedia Commons, By Mstyslav Chernov (Own work) [CC BY-SA 4.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], via Wikimedia Commons