¿Realidad o ficción? Así es el trabajo de los agentes del servicio comparado con las películas
Durante muchísimos años la existencia de los agentes secretos fue oficialmente negada, pero todos sabían que eran reales y que las principales potencias tenían agentes secretos trabajando en todas partes del mundo. Incluso, el personaje de James Bond, un agente del servicio secreto británico, se convirtió en todo un paradigma. Pero, ¿cómo es en la vida real? ¿son los agentes secretos réplicas de James Bond que manejan autos de lujo y beben Dry Martinis?
A continuación, te presentamos algunas de las diferencias y coincidencias más importantes de la ficción y de la vida real, en el trabajo de un agente del servicio secreto:
1
En la ficción: Los agentes trabajan solos
En las películas solemos ver que los agentes secretos reciben una misión y se disponen a realizarla por cuenta propia, aunque a veces se asocien con otros agentes para alcanzar su objetivo.
En la realidad: Los agentes trabajan en equipo
Es extremadamente raro que algún agente haga algo solo, sin apoyo. Siempre trabajan en equipo y siempre están rodeados por un equipo de seguridad.
2
En la ficción: Son particularmente atractivos
Esto, por supuesto, es una licencia de las películas, en donde por lo general se eligen actores y actrices visualmente atractivos para que los personajes llamen más la atención del espectador.
En la realidad: Son completamente normales
Al contrario de lo que pasa en las películas, los agentes deben pasar desapercibidos, por lo que ser particularmente atractivos no es precisamente el mejor de los atributos.
3
En la ficción: Utilizan inventos insólitos
En cada película de James Bond había una escena en la que un experto del M16 le entregaba algún nuevo, e increíble, dispositivo tecnológico que lo ayudaría en su siguiente misión.
En la realidad: Utilizan la última tecnología
Aunque quizás los dispositivos no sean tan increíbles como en las películas, los agentes sí utilizan lo último en tecnología desarrollado por el servicio secreto. Hoy, la revolución digital, con sus datos biométricos, reconocimiento del iris, IA, cibernética, criptografía, y un largo etcétera, ha hecho imprescindible la última tecnología en el espionaje.
4
En la ficción: Golpes y disparos.
En las películas, por obvias razones, en cada escena los agentes secretos se mueven golpeando y disparando por todos lados.
En la realidad: Todo lo contrario.
La idea de un agente entrando a golpes por todas partes del mundo, y acribillando enemigos es un NO rotundo para los agentes en la vida real. Si alguien hiciera algo así, tendría los minutos contados en el servicio secreto. En la vida real se utiliza más el arte de la persuasión para robar los secretos que permitan desactivar los planes enemigos. Aunque por supuesto, si no queda otro remedio, los agentes pueden utilizar armas de fuego.
5
En la ficción: Su vida está en riesgo permanentemente
En las películas, los agentes están siempre tras el enemigo, y este hace todo lo posible por escapar y, de ser posible, matar al agente que lo persigue.
En la realidad: Sí, su vida está en riesgo todo el tiempo.
No olvidemos que la función principal de los agentes secretos es la de conseguir información sobre los planes enemigos. Y esos enemigos están dispuestos a matar para evitar que sus planes se vean arruinados. Por eso, al igual que en las películas, la vida de los agentes del servicio secreto está siempre en riesgo.
Como ves, no todas las cosas que vemos en las películas sobre agentes secretos son así en la vida real, pero eso no es pretexto para no disfrutar de toda la acción y adrenalina de estas películas. Por eso, te invitamos a ver Londres Bajo Fuego, este sábado 18 de febrero, solo por A&E.