¿Por qué Viena sigue siendo un centro internacional de espionaje?

Durante la Guerra Fría la ciudad de Viena se convirtió en uno de los puntos preferidos para los espías. La neutralidad de Austria en el conflicto y su localización, cerca tanto de las capitales europeas como de los países comunistas, la convirtieron en el epicentro de los servicios de inteligencia de ambos bandos. 

En la actualidad, pese a las décadas transcurridas tras la caída de la cortina de hierro, la ciudad sigue siendo un centro internacional de espionaje. El informe anual de la Oficina Federal Austriaca para la Protección de la Constitución y el Antiterrorismo, afirma que Viena continúa siendo el “área de operaciones favorita” de los espías extranjeros y que el número de agentes de inteligencia activos sigue siendo “alto”.

Esto se explica tanto por su historia como por el hecho de que en la ciudad funcionan una de las sedes de las Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, el organismo europeo de seguridad, por lo que es muy fácil obtener inmunidad diplomática.

“Los servicios secretos son muy activos en Austria, de lado y lado, tratando de reclutar informantes de varias instituciones”, explica Gerhard Mangott, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Innsbruck.

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Fuente: bbc.com

Imagen: Shutterstock