Prison Art: la marca de moda que nació en la cárcel de México
Jorge Cueto terminó en prisión injustamente. En 2007, un cliente denunció por fraude a la empresa en la que trabajaba como director de área, pero a pesar de que el caso no continuó en los Estados Unidos, en México la situación fue muy distinta y, tal como explica Cueto, por la corrupción y algunas trampillas legales, la justicia lo condenó a él y a otros empleados de la empresa estadounidense.
“Yo llevaba dos años fuera de la empresa cuando se giraron las órdenes y no sabía qué estaba pasando y claro, por eso era el único imbécil que no estaba amparado y me detienen en junio de 2012”, afirmó Cueto. Cuando llegó a la cárcel de Puente Grande, en la que se instalan 12 mil prisioneros, Cueto jamás imaginó que allí podría iniciar un proyecto que le diera trabajo a cientos de empleados.
“Veía que la gente tiene mucha necesidad de trabajar, de ayudar a sus familias. Entonces, pensé… bueno, y esta gente qué más puede hacer para ganarse la vida aquí adentro. Un día se me ocurrió pedirle a un tatuador que, en lugar de dibujar en la piel de los reos, me tatuara un dibujo sobre un pedazo de cuero para hacerme una bolsa”, cuenta.
Así fue que, tanto el tatuador, como quien le proveía el cuero y quien armaba las carteras, se unieron y generaron una pequeña empresa. Luego de que la Justicia de Jalisco le pidiera perdón por su errónea condena, Cueto salió libre con la promesa de seguir adelante con el negocio, lo que lo llevó a crear la fundación “Proyecto de Arte Carcelario” con su marca Prison Art en la que trabajan más de 200 presos.
Ahora ya cuentan con varias tiendas en México y se abrirán unas 12 o 14 en ciudades como Nueva York, París, Barcelona, Madrid, Las Vegas, Londres y Tokio. ¿Increíble no?
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FUENTE: www.animalpolitico.com
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