¿Qué le ocurre a la víctima del acoso cibernético?
La adolescencia es una época de transformación y crecimiento. Los cambios se ven reflejados desde lo físico hasta lo mental. Es habitual que los jóvenes se alejen un poco de sus familias y las figuras de autoridad para incorporarse en grupos con los que tengan modelos en común. Pero no siempre esta búsqueda de afinidad es correspondida y tiene como resultado una interacción positiva. En algunas ocasiones, se establece una relación abusiva que deriva en el padecimiento de bullying o ciberbullying, en caso que estén involucradas las nuevas tecnologías.
Las víctimas de ciberacoso manifiestan un notable descenso del nivel de autoestima y autoconcepto, incluso en muchas oportunidades se auto-culpabilizan de la situación. La inseguridad, el sentimiento de falta de competencia y la vergüenza de no ser capaces de poder solucionar la situación que los aqueja son también algunos de los típicos patrones en este tipo de casos.
Es habitual que los atacantes obliguen a las víctimas a guardar silencio y no realicen ningún tipo de denuncia en su contra. Solos y en silencio, quienes sufren los hostigamientos, muestran paulatinamente un empobrecimiento en el rendimiento escolar, que a su vez retroalimenta el descenso de autoestima. Cuando el ciberbullying es muy intenso y se prolonga en el tiempo sin que se pueda poner un límite, es posible que las víctimas manifiesten ciertas patologías de la personalidad o del estado del ánimo, tales como depresión severa, fobia social y el foco más grave de todos: la inducción al suicidio.
En el caso de detectar una situación de éste tipo, es fundamental establecer una comunicación fluida con el joven y su familia, para que logre comprender que está viviendo una situación injusta y que de ningún modo es su culpa. Es imprescindible brindar ayuda para denunciar el caso y dar todo el apoyo que sea necesario para tratar de terminar con la situación perjudicial antes que sea demasiado tarde.
A&E se suma a la campaña por un mundo más justo, #DiNoAlCyberbullying
Fuente: Psicología y mente
Imagen: Shutterstock