Tres vampiros reales

En algún momento de la historia la moda de hacer películas y series sobre vampiros explotó. A diferencia de las antiguas novelas sobre estos míticos personajes, ahora la cosa es mucho más caliente, porque los chupasangre abandonaron su monstruosidad para convertirse en chicos sexys. Sin embargo, en la vida real, los personajes que inspiraron la figura del vampiro fueron malos y realmente les gustaba la sangre.

- El empalador Vlad Tepes: luego de que Bram Stoker se inspirara en él para crear su obra Drácula, en 1897, jamás volvió a pasar desapercibido en libros sobre vampiros. Este príncipe rumano del siglo XV pertenecía a la Orden del Dragón. Aunque fue un gran estratega al defender su tierra, se hizo famoso por la crueldad con la que mataba a quienes se oponían a sus pedidos.

Para castigarlos, metía un palo en su recto y los dejaba agonizando a 3.5 metros de altura. Además, quemaba, descuartizaba y desangraba a sus enemigos para asustar a los invasores.

- La condesa Elizabeth Bathory: miembro de la aristocracia húngara, “la condesa sangrienta” asesinó a 80 doncellas, aunque se estima que fueron 650, con el objetivo de bañarse en la sangre de sus víctimas.

Por su crueldad, fue condenada a ser emparedada viva; murió tras años de sufrimiento, encerrada en un pequeño espacio con dos orificios para beber, comer y recibir aire.

- Jure Grando: es la primera persona sobre la cual hay un registro histórico en el que se hace referencia al vampirismo. Los cuentos de la época afirman que después de muerto este campesino de Istria, en lo que ahora es Italia, Eslovenia y Croacia, por las noches golpeaba la puerta de los vecinos del pueblo.

Quienes tenían la desdicha de recibir su visita, aparecían muertos al día siguiente. Para terminar con su tormento, los pueblerinos optaron por abrir su tumba y decapitar el cuerpo.

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FUENTE: www.batanga.com

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