El primer asesino de la historia arrestado gracias al telégrafo
Hawley Harvey Crippen era un doctor estadounidense que, en el año 1900, viajó a Londres junto a su esposa Cora para vender medicina homeopática. Sin embargo, su relación no era ideal y pronto él se enamoró y comenzó una relación extramatrimonial con su secretaria, Ether Le Neve. Diez años más tarde, su esposa Cora desapareció sin dejar rastros.
Cuando los amigos de Cora preguntaron por ella, Crippen dio dos explicaciones distintas: a algunos les dijo que se había vuelto a EE.UU; a otros, que había escapado con un amante. Pero la verdad era mucho más terrorífica. Crippen la había envenenado y, tras descuartizarla, había enterrado sus órganos y parte de su abdomen bajo el suelo de su casa.
La gota que rebalsó el vaso de sospechas que los amigos de Cora tenían, fue que Le Neve no tardó en mudarse al hogar que poco antes compartía el matrimonio. Entonces acudieron a Scotland Yard y el inspector Dew se hizo cargo del caso. Sin embargo, los amantes escaparon antes de que pudiera interrogarlos.
Mientras Dew registraba la casa y hallaba las macabras pruebas del asesinato, la pareja huía en barco con destino a Canadá. Eso sí, tomaron el recaudo de alterar sus apariencias. Crippen se afeitó el bigote y se quitó las gafas, mientras que Le Neve se vistió como un chico y se hacía pasar por su hijo. Pero el capitán del barco notó que no actuaban como padre e hijo, y tras leer en el diario la descripción de Crippen, sus sospechas se multiplicaron.
Después de revisar sus camarotes y encontrar un corpiño de mujer, no los perdió de vista. Y cuando descubrió que Crippen llevaba un revólver encima todo el tiempo, decidió poner a buen uso el telégrafo de su barco para alertar a Scotland Yard. Su mensaje en código morse llegó a manos del inspector Dew, que alcanzó el barco en una nave transatlántica mucho más veloz e hizo los arrestos correspondientes.
Fuente: bbc.com
Imágenes: Unknown authorUnknown author / Dominio público via Wikimedia Commons, Fotografía tomada en 1910