Los 5 casos de estigmas más perturbadores de la historia
Sangre en las manos y en la frente, la herida de una lanza bajo las costillas… todas son marcas denominadas estigmas. Aunque algunos creen que se trata de puros mitos, hay quienes afirman que son la pasión de Jesucristo encarnándose en cuerpos humanos. Estos son algunos de los casos más escalofriantes.
Padre Pío
En septiembre de 1918 se convirtió en el primer sacerdote en la historia de la Iglesia en presentar estas marcas, y fieles de todo el mundo lo comenzaron a visitar. Él tuvo la gran predicción acerca de Karol Wojtyla, el joven cura al que le dijo que sería Padre y que “veía mucha sangre”. Tiempo después, ese hombre se convirtió en Juan Pablo II, quien después fue herido de bala en plena Plaza San Pedro.
Teresa Neumann
A los 21 años, en 1919, se quedó paralítica tras caerse mientras intentaba apagar un incendio en el granero de su tío. Sus estigmas comenzaron tras tener apariciones de la virgen de Santa Teresa de Lisieux. Esta misteriosa mujer no comió durante 40 años, lloraba sangre e incluso tenía el poder de la clarividencia.
Elizabeth Sánchez
El 26 de mayo de 2003 le aparecieron los primeros estigmas como una suerte de “regalo” de la Virgen María. “Ella me dijo ‘no me temas’, me mencionó que me daría unos ‘regalos’ y que tenía que trabajar. Le dije ‘qué tengo que hacer señora’, segundos después sentí un gran dolor en la frente, después en las manos. Era un momento de sentimientos encontrados, ya que presentaba dolor, miedo, pasión y mucha alegría por recibir estas señales”, contó.
Natuzza Evolo
Esta mujer analfabeta tenía heridas sangrantes con escritos cristianos en diferentes idiomas, muchos de ellos en hebreo y arameo. Quienes la buscaron para rezar junto a ella, afirmaron haber sido curados.
Cora Evans
Sus estigmas comenzaron en 1947. De acuerdo a su testimonio, sus visiones de Jesucristo comenzaron a los tres años. Mucho tiempo después, durante una de estas visitas, afirma que él le dio la posibilidad de elegir “ir a casa con él por toda la eternidad o aceptar el sufrimiento adicional para el bien del mundo”. Ella eligió la segunda opción y fue entonces cuando comenzaron a aparecer los estigmas en su cuerpo.
Fuente: http://notinerd.com
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