Prueba piloto permite que madres encarceladas con sus hijos pasen de una celda a una casita
En Argentina, un novedoso programa gubernamental permitió que algunas presidiarias fueran trasladadas, desde el pabellón de celdas, a una pequeña casa en el predio de la penitenciaría, para convivir con sus hijos.
Nancy, una de las convictas que forma parte del programa, se enteró de que estaba embarazada mientras cumplía condena en prisión. "Es muy difícil verlo a él acá adentro", cuenta sobre su bebé, Timoteo, de 9 meses.
Hoy, ella y su bebé viven en la casa de la penitenciaría junto a otras dos madres con sus hijos y una mujer embarazada. Las cuatro presidiarias conforman este novedoso programa, una prueba que impulsa el Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
"La idea de alojarlas en las casitas es darles a los chicos un contexto distinto, algo más parecido a un hogar", señaló el ministro de Justicia de la provincia, Gustavo Ferrari. "Aspiramos a generar ejemplaridad con esta prueba piloto. Creemos que otras mujeres podrán acceder a este beneficio si demuestran que pueden aceptar las reglas de convivencia", agregó.
"Acá hay menos barullo que en el pabellón, duermen más tranquilos. Es distinto. No hay rejas y tenemos la puerta 24 horas abierta", explica Nancy. La casa cuenta con dos habitaciones, living, comedor y cocina, rodeada por un jardín con placita de juegos para los más pequeños.
"Cuando estaba en un pabellón, era muy feo levantarme todos los días y ver a mi hija en una celda. Es duro lo que ella está pasando, todo lo que siento yo sé que ella lo siente", señala Romina, otra de las madres, de 34 años, detenida hace tres años y medio.
"Yo sé que la gente piensa que somos todas malas personas las que estamos acá, pero todos nos equivocamos alguna vez. Y podemos cambiar. Queremos una vida mejor para nuestros hijos", concluye la mujer.
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Fuente: lanacion.com
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