Una mujer convencida de tener cáncer, induce al marido a terminar con la vida de toda la familia
Cuando Jessica Griffith, de 43 años, “supo” en 2017 que tenía cáncer terminal inmediatamente le envió un mensaje a su marido: era el momento de buscar un lugar donde pudiese morir en paz.
Por ese motivo, ella y su familia abandonaron Suiza, donde vivían, rumbo a Mapleton, una pequeña ciudad de Utah.
Jessica se quejaba de fuertes dolores, lo que la llevaba a creer que tenía cáncer de ovario.
Al llegar a Mapleton, comenzó junto con su marido Timothy a elaborar un plan de suicidio en el que pudiesen estar para siempre “en el amor y en la eternidad”.
Una noche se decidieron a llevar a cabo el plan.
Ese día comieron fondue, bebieron chocolate caliente y jugaron a las cartas.
La policía sospecha que el chocolate caliente contenía fuertes sedantes. Apenas se durmieron la esposa y sus hijos, una joven de 16 y otro de 5, Timothy buscó una pistola, y acabó con la vida de su familia, luego se suicidó.
La autopsia comprobó que Jessica estaba perfectamente sana antes de morir.
Los investigadores del caso no tienen la menor idea de por qué murió toda la familia. Descubrieron que el matrimonio había comprado el arma por Internet y que el plan de suicidio fue acordado entre Jessica y su marido dos semanas antes de las muertes.
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Fuente: New York Post https://nypost.com
Imagen: Shutterstock